La “Cruz Misionera” es una larga tradición de los Siervos Misioneros de la Santísima Trinidad. En cada lugar en donde laboramos para llevar el amor de Dios a Su pueblo, levantamos una cruz grande y sin adornos en la tierra. Esta cruz sirve como recordatorio para todos nosotros de que compartimos en el sufrimiento y en el triunfo de Cristo. La “Cruz Misionera” no lleva la figura de Cristo porque cada misionero es parte del Cuerpo de Cristo para el pueblo al que sirve.