Cuando nuestro fundador, el Padre Judge, recibió la propiedad en la década de 1920, era parte de una extensa plantación. El viaje de 20 millas hasta la ciudad más cercana se realizó por un camino de tierra. Hoy en día, la carretera está pavimentada y recibe bastante tráfico, pero la Iglesia San José sigue siendo, según todos los informes, una “iglesia rural”. Sin embargo, eso no quiere decir que no estén pasando muchas cosas.